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18 agosto 2007

LEUCEMIA MIELOGENA

Es un cáncer que afecta a la sangre. Se le llama mielógeno porque afecta a un tipo particular de glóbulo blanco llamado mieloblasto, y se le considera una forma crónica de la leucemia.
La LMC se produce como resultado de una mutación genética durante la producción de glóbulos blancos donde los cromosomas 9 y 22 se intercambian en un proceso llamado translocación. Uno de los cromosomas anormales resultantes se llama Cromosoma Filadelfia y es la característica definitoria de la LMC.
Dicha enfermedad cuenta con tres fases, que van desde la crónica, hasta la acelerada, presentando varios periodos en la enfermedad.
Durante la fase crónica de la LMC, una cantidad excesiva de glóbulos blancos penetra en el torrente sanguíneo. Estos todavía son glóbulos blancos normales y, en esta etapa de la enfermedad, las personas que padecen LMC generalmente sólo presentan síntomas leves. Aproximadamente 85 por ciento de los pacientes se encuentran en la fase crónica de la LMC al momento del diagnóstico. En esta fase, la enfermedad generalmente se trata con tratamiento farmacológico administrado por vía oral.
Durante la fase acelerada de la LMC, la cantidad de glóbulos blancos y células inmaduras, llamadas “blastos”, aumenta rápidamente en el torrente sanguíneo. Esto ocurre porque la producción de glóbulos blancos en la médula ósea es tan rápida que la salida forzada de los glóbulos hacia el torrente sanguíneo sucede antes de que maduren.
Durante esta fase pueden desarrollarse síntomas más evidentes, que incluyen fatiga, dolor abdominal, sangrado, sudoración excesiva, pérdida de peso e infecciones. Durante esta fase, las células anormales son más difíciles de controlar con medicamentos.
En la crisis continúa aumentando la cantidad de blastos en el torrente sanguíneo, mientras que disminuye la cantidad de glóbulos blancos maduros y plaquetas. Esto provoca un alto riesgo de sangrado e infecciones. Durante la crisis de blastos, la LMC es muy difícil de tratar.
Tener más glóbulos blancos de lo normal y muy poco de los otros tipos de células sanguíneas es una señal para sospechar LMC. En este momento se realiza una prueba de médula ósea citogenética y si se detecta la presencia del cromosoma Filadelfia, se confirma el diagnóstico de LMC.
El objetivo más importante del tratamiento de la LMC es eliminar la mayoría de las células que contienen el Cromosoma Filadelfia anormal. El tratamiento exitoso de la LMC permitirá reducir los síntomas de la enfermedad y puede impedir que evolucione.

1 comentario :

Anónimo dijo...

esta genial la informacion gracias por ponerla

gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
buena la imagen del frotis


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